Conversamos con el reconocido director y realizador, quien nos brinda detalles de su nuevo spot para el Banco Itaú por el Día de las Madres (en Paraguay se celebra cada 15 de mayo, coincidente con los días patrios) con la creatividad de Oniria/TBWA, rodada en el contexto especial de la pandemia.
- Richard, desde el punto de vista técnico ¿qué representó para vos y Synchro la realización de este spot, sobre todo teniendo en cuenta el contexto Covid19 y los nuevos protocolos ?
Fue un desafío especial lograr un material de alta calidad narrativa en el que no se noten las limitaciones de producción.
Obviamente la idea de la agencia ayudó muchísimo, porque permitía usar fotos y material de archivo, e inclusive que ciertos protagonistas graben sus propias escenas sin necesidad de la presencia de un equipo de rodaje. Dani Achaval nos dio plena libertad de acción desde el inicio.
Todo se hizo reduciendo los procesos y el despliegue al mínimo. Por ejemplo, la escena principal de la abuela escribiendo, se realizó con un crew de 3 personas: Make Peña la jefa de producción, Chompi Rojas asistente de producción y yo.
Ser tan pocos tuvo sus limitaciones logísticas y técnicas, que por suerte no se notan en el material, e hizo que el proceso sea más pesado de lo normal… pero también en lo personal fué muy gratificante. Me sentí en una máquina del tiempo que me llevó 20 años en el pasado, cuando en los rodajes éramos 2 o 3 y hacíamos de todo.
“Es tiempo de gritar. El que no lo haga va a morir de hipotermia”

- Se habla de un nuevo craft, más centrado en el “qué” y no tanto el “cómo”, ¿cuál es tu reflexión al respecto?
Creo que siempre el QUÉ fué la escencia de la buena publicidad, y a veces se usaba un gran CÓMO para maquillar o esconder la falta de una buena idea o un buen concepto. Esta pandemia sirvió para recordarnos a todos que lo importante está en el mensaje, y que el contenido de la caja, y no la caja, es lo que te llega al corazón.
Los spots de grandes presupuestos no van a desaparecer, pero definitivamente los comerciales chiquitos e inteligentes van a tomar un lugar de preponderancia.
Pero el cambio más grande que veo venir, es el tipo de mensajes que las marcas van a empezar a enviar. Mensajes más humanos, mas centrados en la verdad, en la esencia del ser, alejados de la parafernalia y lo superficial. Creo que el mundo cambió para siempre, y la publicidad no es ajena a ese cambio.
“Me sentí en una máquina del tiempo, cuando en los rodajes éramos 2 o 3 y hacíamos de todo”
- Teniendo en cuenta tus logros y experiencia, ¿qué recomendarías a las marcas en un contexto donde muchas prefieren callarse? ¿es momento de invertir en historias?
Imaginémonos que una avalancha de nieve nos acaba de caer encima. Los sobrevivientes están empezando a sacar la cabeza de la nieve para reagruparse y reencontrarse. ¿Qué harías vos? ¿Te quedarías callado y escondido esperando que aparezca algún helicóptero de rescate? ¿O gritarías con todas tus fuerzas “Hey!! Acá estoy!!”?
Creo que es tiempo de gritar. El que no lo haga va a morir de hipotermia, solo, en medio de la nieve.
- Volviendo al spot de Itaú, ¿alguna anécdota del rodaje?
Las niñas que hacen de paraguayitas son mis sobrinas, y le pedí a mi hermana que las grabe con el celular. Me cuenta ella que las niñas casi la volvieron loca de tantas repeticiones que le hacían hacer y cambios de vestuario que probaron! Más exigentes que el peor de los directores de la vida real! JAJAJAJAA
- ¿Algo más que quieras agregar?
Amo lograr buenas cosas con la mayor eficiencia y el menor uso de recursos. Y este comercial creo que es una muestra brillante de eso.